martes, 18 de mayo de 2010

Iª ASCENSIÓN AL MONTDÚVER


Aunque le faltan 150m para alcanzar la mítica línea atmosférica de los mil metros, el Montdúver posee una prominencia (la altura con respecto al valle de salida) de más de 800; lo que la convierte en uno de los gigantes de la Comunidad Valenciana y una de las montañas emblemáticas a la orilla del Mediterráneo. Son, precisamente, esta prominencia sobre el paisaje circundante y la posición geográfica que ocupa dentro del conjunto de Montañas Valencianas (aparte, hay que recalcarlo , de unas formas netamente alpinas) lo que convierte al Montdúver en una referencia destacada dentro del montañismo Valenciano. Xeresa, de cuyo núcleo urbano parte la ruta de ascenso, se encuentra a 26m sobre el nivle del mar. De modo que ya podéis haceros una idea de las pendientes y lo directo del ataque. El tramo inicial por camino asfaltado y ancha pista de tierra, entre naranjos y huertos hasta el Molí y la cantera, es sólo una cómoda aproximación para calentar las piernas. Cuando acometemos el ramal derecho, ya muy próximos a la cantera, y nos metemos por el barranco en busca de la Font del Montdúver, la cosa se pone interesante. Pero lo verdaderamente montano acaece en cuanto tomamos un último trago y llenamos las cantimploras en el bonito paraje de la Fuente del Montdúver, cuyo abundante y fresquísimo caudal brota de la roca en un pequeño anfiteatro de gradas calizas a la sombra de las higueras. (Un lugar estratégico a tener en cuenta.) A partir de aquí-si obviamos el rellano del collado próximo donde parte una pista estrecha de tierra-se suben 500m de golpe con algún paso comprometido y aéreo de por medio: para añadir más sabor alpino a la ascensión.

           El Montdúver es una de esas montañas que he perseguido desde tiempos inmemoriales. La vi por vez primera allá en 1991, cuando efectué la primera ascensión al Caroche y pude contemplar su pirámide casi perfecta levantándose, azul, a la derecha de Cullera y su bahía. Vista desde la distancia (porque es un gigante que se ve desde todos los puntos del cinturón que de Sur a Norte, pasando por el Oeste, cerca Valencia y su anchísimo golfo), siempre parece más grande de lo que realmente es. Destaca mucho más que La Safor o Benicadell, que la aventajan en un par o más de cientos de metros. He aquí un ejemplo de cómo a veces es más importante la posición geográfica que la altitud. Los topógrafos lo saben bien. De modo que esta montaña se erige en vértice geodésico de primer orden. Lo que significa las más amplias vistas a obtener sobre un área geográfica dada. La visión al Norte, a pesar de la calima marítima, de la Serra de Irta, los cientos de Km de línea de costa hasta el Montgó y el Cabo San Antonio, al Sur, que conforman el Golfo de Valencia, confirma lo anteriormente expresado. Sin embargo, una vez en la cima hay que hacer abstracción del horrendo sarpullido de antenas y contrucciones que profanan la cumbre. Nada es perfecto en este mundo desarrollado. Pero todos queremos encender un móvil o el ordenador en casa y tener la suficiente cobertura para comunicarnos o escuchar. [LA FOTO: La cara Nordeste del Montdúver desde el promontorio que alcanzamos cien metros por encima de la fuente homónima, tras una subida en diagonal a través de un estrato calizo característico por el que discurre con mucha pensiente el sendero. Tras esta balconada se llega a un collado donde arranca, o termina, la pista de tierra que circunda al Montdúver por su graderío Norte. Nuestra ruta enfila directamente por la arista de la izquierda hasta la antecima oriental]


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